Crónicas de una sonrisa frustrada


Luego de partir de la ciudad esperando todo y deseando nada, comenzó la aventura con la salsa de una animación caricaturista de siempre; simone pará de cometer estupideses y minimamente sentate segura para suponer llegar al destino.

Llegando a la ciudad del aire de ilustre reputación, lo único que diré fue que se terminó con las ocurrencias de quien saca su ingenio para aventurear por una comedia gringa y las suelas de otras de mis converse negras gastadas. Subase al subte señorita que no hay tiempo para pensarlo.

Llevada por las consecuencias de una planificación improvisada, abrí paso a una nueva estrella de las ciudades visitadas en el mapa personal del que se espera no sea algún día una bitacora de la acumulación de la nostalgia de quien se fue, y hoy... bueno, hoy... hoy a qué llegamos con todo esto?

Total, recordando una catedra de mi nuevo origen adoptado, se cruza por la mente la manía de las frustaciones intimamente públicas... Disonancia cognitiva (aquello que creo que siento, que se pone en mí persona como mi creencia, pero que de pronto entra en contradicción con la realidad)

señores.... recomendación: no involucrarse con la psicología, por supuesto a menos de que... bueno ud lo sabrá.

Recurriendo nuevamente a "Maktub", lo escrito escrito está, pasó, termine con la mirada cansada y ansiosa de observar una vez más lo que yo nunca supondría, y estaba la figura de un ser espiritual al que espero encarnar en letras un día que llueva y se sepa el final.