Enciendió sin más
al interior de sus células
y en cada particula de su esencia
esa ternura que le sacudió,
se preguntó cómo algo tan delicado
podría tener tanta fuerza,
pero no le dio más vueltas,
sólo sintió.
Muchos gritos, muchas guerras
pero esa sonrisa eterna
le quedó en el corazón.
al interior de sus células
y en cada particula de su esencia
esa ternura que le sacudió,
se preguntó cómo algo tan delicado
podría tener tanta fuerza,
pero no le dio más vueltas,
sólo sintió.
Muchos gritos, muchas guerras
pero esa sonrisa eterna
le quedó en el corazón.