Mujer, la gente te lástima y nadie te mira, la gente te absorbe y tu les dejas. Ella pensaba.. hay que tener sumo amor.
La mujer le dijo que como un hilo aún se mantenía, y ella le miraba en los ojos las tristezas de la vida, y no le envidió su existencia, pero sintió admiración.
La mujer continúo con su vida, y ella se quedó pensando... cuantas tristezas hacen falta para ser felices en esta vida.
Si se muere la noche
en la obscuridad de tu tristeza
te diré cómo es un cuento sin alas
y la princesa callada
que de amor se quedó presa.
Juan José Marin
Cese, señora, el duelo en vuestro canto,
¿Qué fuera nuestra vida sin enojos?
¡Vivir es padecer! ¡sufrir es santo!
¿Cómo fueran tan bellos vuestros ojos
Si alguna vez no los mojara el llanto?
Romped las cuerdas del amargo duelo.
Quien sufre como vos sufrís, señora:
Es más que una mujer, algo del cielo,
Que de él huyó y entre nosotros mora.
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José Martí
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